Para muchos de nosotros, la importancia del ejercicio no es realmente como de rápido podemos correr o cuantas flexiones podemos hacer. Lo más evidente es que nuestro nivel de condición física afecta nuestra capacidad para realizar la función básica de la vida.
El legendario entrenador de fútbol Vince Lombardi dijo una vez: "La fatiga nos vuelve cobardes a todos". Cuando buceamos, la fatiga puede ayudarnos a convertirnos en cobardes: puede ponernos en peligro. El yoga, la natación y el entrenamiento físico ayudarán a garantizar que estés seguro en el agua y puedas disfrutar de tu experiencia de buceo. Las personas que bucean solo una o dos veces al año (o con menos frecuencia) pueden encontrar que no están tan en forma como esperaban. Cada año envejecemos y los niveles de esfuerzo que logramos en años anteriores pueden no ser tan sostenibles. Si bien el buceo no es normalmente un deporte físicamente exigente, pueden surgir situaciones que requieran resistencia y grandes habilidades en el agua.
El buceo es una actividad única en la que realmente nos esforzamos por limitar nuestro esfuerzo, mientras que los beneficios secundarios de nuestro estado físico siguen siendo fundamentales para nuestra salud durante y después de nuestras inmersiones. El buceo seguro requiere un corazón fuerte, pulmones sanos y buenos tejidos periféricos. Mantenerse en forma reduce algunos de los riesgos asociados con el buceo y lo hace más agradable. Tener pulmones sanos y un sistema circulatorio eficiente significa que utilizaras menos aire, por lo que las inmersiones duran más. Un buen nivel de aptitud cardiovascular también ayudará a prevenir los ataques de pánico, que pueden desencadenarse por la acumulación de dióxido de carbono en la sangre. Un cuerpo en forma expulsará este subproducto de la respiración de manera más eficiente, reduciendo ese riesgo. Se requiere fuerza general para levantar equipos y otras tareas incidentales. También es recomendable mantener un peso saludable para tu talla. Cuando buceas, el nitrógeno se acumula en los tejidos de tu cuerpo con cada inhalación y la grasa retiene el nitrógeno por más tiempo que todos los demás tipos de tejidos. Por lo tanto, si tienes sobrepeso y respiras rápidamente es porque no estás en forma, exponiéndote a un mayor riesgo de enfermedad por descompresión. La pérdida y el aumento de peso también pueden alterar tu flotabilidad. La grasa es inherentemente flotante, por lo que si ha aumentado o perdido mucho peso desde su última inmersión, debe ajustar la cantidad de peso de plomo que lleva como lastre.
Así que empieza ahora. Recuerda, un buceador en forma es un buceador más seguro.
Autor: Ahmed Fouad
Traducción: Tania Pantin
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